
Cuenta mi madre que cuando me esperaba, se lanzó
Billie Jean y que por poco me bautizan con ese nombre. Que a los pocos meses ya en este mundo, me movía zigzagueante con
Thriller. Qué de niño, me quedaba pasmado al ver como
Jacko desafiaba la gravedad en
Smooth Criminal o con la metamorfosis al final de
Black or White.
Ayer, después de renegar en la U (
por trámites de miércoles en martes) logré captar el final de la despedida a
Michael Jackson. Era curioso. Una vez que el ataúd salió del recinto. Un haz de luz encendió el medio del escenario. Un pedestal alto con su micrófono oscuro se dejaban ver. Nadie se acercó por varios segundos. Ahora sí creo que el show acabó.
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