¿Qué es ser normal? ¿La joven de 23 años que acaban de desahuciar? ¿Un desempleado sonriente que vive en un remolque estacionado en el patio de la suegra? ¿Aquella vieja cocinera que reniega por su hija rebelde con causa? ¿El gordito enamorado que prefiere gritar en vez de comprar muebles?
¿Quién es normal, señora Coixet? ¿Esa niña de nariz congelada que espera a su madre a la salida del colegio? ¿El doctor incapaz de mirar fijamente a sus pacientes terminales? ¿La cajera del supermercado que baila entre los despenseros y las latas de frejoles?
Usted lo sabe Isabel, las personas normales son aquellas que aman, o mejor dicho, las que mueren por amor.
Ann sabe que va a morir y nosotros no la compadecemos, la admiramos. Ella se sacrifica silenciosamente por el amor. Sea este el repentino o el perdido, el devuelto o el añorado, el materno o del amante, el inventado o el último.
“Me gusta el frio, hace que me sienta viva” comenta Ann en un pasaje de su efímera existencia. Gracias a ella comprobamos que la pasión no conoce de bajas temperaturas.
Cavt
1 comentario:
La vi ayer. Una pelicula perfecta, como las que me gustan, peliculas para llorar.
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