Terminó y fin
Silenciosa mañana.
Calmada yace después de la penumbra nocturna,
que calmó los siniestros, de la amargura que explotó en mi sumiso corazón,
que antes dijo te quiero y hoy sólo anuncia rabia.
Los míos, no verán más sus ojos escondidos en pasión, callados como esa despiadada mañana
cuando cerró la puerta para ahorcarme con un te quiero y enseguida dejarme
a la deriva de un holocausto horizonte.
Grietas descubiertas.
Luminosidad de su alejada ubicación no muestra de su bienestar
o sus desdichas sin mí.
Encantos rodarán en la remembranza del mañana,
Silenciosa mañana.
Calmada yace después de la penumbra nocturna,
que calmó los siniestros, de la amargura que explotó en mi sumiso corazón,
que antes dijo te quiero y hoy sólo anuncia rabia.
Los míos, no verán más sus ojos escondidos en pasión, callados como esa despiadada mañana
cuando cerró la puerta para ahorcarme con un te quiero y enseguida dejarme
a la deriva de un holocausto horizonte.
Grietas descubiertas.
Luminosidad de su alejada ubicación no muestra de su bienestar
o sus desdichas sin mí.
Encantos rodarán en la remembranza del mañana,
del que nunca escucharé
un te extraño, un te extraño…
Quizás esté feliz como alguna vez sollozó en la fría callecita moribunda
de aquel barrio de Santiago en el que nos impregnamos una herida
que hasta Dios no haría
posible un milagro para sanarla.
En fin, el regreso está más lejos y perdido en aquél infinito espacio.
un te extraño, un te extraño…
Quizás esté feliz como alguna vez sollozó en la fría callecita moribunda
de aquel barrio de Santiago en el que nos impregnamos una herida
que hasta Dios no haría
posible un milagro para sanarla.
En fin, el regreso está más lejos y perdido en aquél infinito espacio.
Percy Hurtado
Foto: ¡EsEpEqUeÑoSaLvAjE!
1 comentario:
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