TrAtAmIeNtO LuDoViCo ::: No sólo gotas caen del cielo

Hoy, mientras conversaba con una amiga al frente de la universidad, una palomita me regalo su buena suerte. “No te limpies, te darán un notición” dijo mi risueña acompañante. Bah, esa caca caliente jamás superará al horóscopo que nunca leo. Después de frotar el polo, se apareció el señor Saturnino para informarnos sobre la entrega de mi diploma de bachillerato desde el día de mañana. Empanadas de acelga ayudan digerir la sorpresa.

Ya por la noche, antes de entrar a la casa, pongo el radio del celular y cierro los ojos cuando Francis Healy se queja por el período de lluvias sobre su cabeza. Curiosamente ahora tengo 16 años, acabo de postular a ese futuro incierto llamado educación superior; y claro, mentía de vez en cuando.

César Alberto